El supuesto berrinche de Quaid comienza cuando alguien se atraviesa en el set mientras él estaba recitando una de sus líneas. «Estoy actuando aquí y este tarado entra sin rumbo en mi estudio. No puedo terminar una línea para que un el tonto este empiece a susurrar en el oído», dijo furioso.
«Este el estudio menos profesional en el que he estado hasta ahora», prosiguió el actor de 61 años. Cuando Quaid empieza a perder el control, la persona que graba baja la cámara y enfoca el suelo, registrando así solo la voz, y no la imagen del actor.
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